Durante muchos años, en diferentes contextos al nuestro, en otros países, telonear a una banda se ha considerado una oportunidad para dar a conocer la propia música a más personas. Se vuelve un recurso particularmente útil cuando una banda conocida sale de gira e invita a una banda nueva a ser el acto de apertura a lo largo de la misma. Aparte del reconocimiento, dicha banda telonera recibe también ganancias económicas por formar parte de grandes giras. En nuestro país Ecuador, no existe tal cosa como grandes giras. Lo que conocemos hace pocos años es finalmente la llegada de grandes bandas como Cannibal Corpse, Kreator, Morbid Angel, Brujería, Mayhem, Moonspell, etc. Desde entonces algunas bandas nacionales han sido invitadas como actos de apertura en dichos conciertos, obviamente, sin ninguna remuneración económica (hasta donde se conoce).
De amigos y conocidos músicos he escuchado diversas opiniones. Para la mayoría resulta un gran logro poder abrir a una banda extranjera, como si el hecho de ser seleccionados para dicho efecto fuera directamente proporcional a su popularidad, éxito y excelencia musical, algo que es relativo. Con el paso del tiempo y los conciertos se hacía más evidente que dicha posición obtenida era el resultado más que de méritos musicales, de relacionarse con organizadores y promotores. Aunque no tengo constancia de que así fuera, no creo que hay que ser genios para darse cuenta.
Uno de los atractivos para los músicos que aspiran abrir a bandas extranjeras es la calidad de los escenarios y equipos utilizados en dichas presentaciones, la cantidad y diversidad del público y también el hecho de poder relacionarse con bandas conocidas. Todo esto como un combo para alcanzar cierto estatus y prestigio.
El hecho es que las personas que en nuestro medio pagan más de 30 dólares por ver a una banda extranjera tienen poco o ningún interés en ver o conocer a una banda telonera ecuatoriana, siendo estas muchas veces blanco de burlas, abucheos y hasta agresiones mientras se encuentran en el escenario. Claro está que también existen casos de bandas que son apreciadas por el público y han tenido exitosas presentaciones porque ya son conocidos. ¿Entonces cuál es el verdadero valor de telonear a otra banda más conocida?
Foto: Sebastian Ervi
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